Carnavales de Valparaíso
| | Posted on 21:32
Tengo la impresión que el título de ciudad “cultural” que se le ha adjudicado a Valparaíso hace rato que es solo una carga para la misma, más que un incentivo a su desarrollo, ello confirmado con lo ocurrido en los últimos Carnavales Culturales.En ellos, año tras año, se concentran una gran cantidad de actividades artísticas, bajo la premisa de ser gratuita, en la calle, una verdadera manifestación creativa popular. Pero lo cierto es que termina siendo una gran excusa para carretear, catarsis de una opresión no existente, en la cual se desarrollan intervenciones de muy baja calidad, de mal gusto, para sensibilidades artísticas bastante simples. Parafraseando a un amigo: Si para apreciar una obra no importa estar ebrio o sobrio, su mensaje vale bien poco la pena.
Pero al final ese no es el gran problema.
Lo cierto es que en esta ciudad son muy comunes estos eventos gratuitos, multitudinarios y “artísticos”, pasando por el Año Nuevo e incluso con el Rockodromo en Febrero por ejemplo. Ellos han manifestado ser un caldo de cultivo para la violencia, no pudiendo terminar ninguno sin disturbios. Ello es consecuencia de las verdaderas necesidades de la ciudad.
Valparaíso tiene problemas bastante graves que no están siendo tratados como se debe, el gran nivel de desempleo y pobreza solicita con urgencia la priorización de objetivos, requiriendo ello de mayor valentía de sus administradores, para no caer en el populismo que significa determinado tipo de actividades y enfrentarse a grupitos que han adquirido bastante poder social.
Para el año en curso se tiene agendado un Congreso de Lingüística y el Forum de arte, y para este último el alcalde ya ha declarado (en La Segunda) que no se tienen los recursos para su realización, y solo le queda esperar que el presidente electo le de una mano cuando asuma el cargo.
Pero que la batucada siga tocando.
En el mismo sentido Jorge Edwards, lucidamente señalo lo siguiente:
"En el tiempo del régimen militar hubo un apagón militar, y ahora existe una "luz mortecina", con demasiadas ramificaciones folclóricas y populistas.
Creo que el rechazado autor tiene un punto.