HUACHO.

| | Posted on 21:15


Una película chilena pero escrita con sh, sin huasos, cañas de tinto ni Pinochet sino con torrentes de frustraciones, ira contenida, familias ajenas al ideario impuesto y mentiras.
Todos estos elementos hacen de "Huacho" una de las grandes películas de los últimos tiempos de nuestro cine nacional, dirigida corajudamente por Alejandro Fernández, quien toma decisiones verdaderamente arriesgas que significan un avance en nuestra alicaída narrativa nacional.

Fernández nos narra la historia por medio de los rostros de los personajes dejando a los espacios en un borroso segundo plano, eludiendo caer en un facilismo de contrastar el campo y la urbe, evitando así tomar de la mano a la audiencia para hayar sentido al relato.

Otro acierto, es cimentar gran parte de la relación de los personajes sobre la base de mentiras, sin castigarlo sino verlas como algo necesario para la estabilidad de este micromundo, porque ninguno de sus personajes las cuestiona, nadie hace preguntas. Las mentiras están presentes en todo el relato lo hacen avanzar, están presentes en el niño que despúes de clases se mete a una sala de videojuegos, en la madre que miente para comprarse un vestido en una tienda de departamentos y la abuela que actúa a espaldas de su gremio, desconociendo el acuerdo adoptado.

La variedad de temas que toca es sencillamente apabullante y no pretende dar lecciones acerca de nada ni tampoco intenta reducirse en una gastada lucha contra la modernidad aterradora, como señalaron algunos analistas algo mezquinos.

Comments (2)

No se trata de una película que todo el mundo ve, de ahí que no esté auspiciada por el BancoEstado. Es demasiado normal en su concepción, demasiado desgarradora en su reunión de personajes comunes, pero que revelan cómo sus estados de vida están corruptos a nivel de raíz por convicciones externas, a veces dilemas internos y también por lo natural de la rutina. Demasiado apreciativa y paciente, de un fluir pausado y sin parafernalias, a veces lenta, pero a la vez iluminadora.

Me gustó, pero también me perturbó. Testimonial a morir, sin un clímax patente, sólo 4 líneas que siguen un patron que se repite a diario. ¿Que por qué no caen bien acá? Porque odiamos nuestras vidas de insignificantes hormigas obreras en un constante fluir pauteado. Entonces somos pocos los que nos damos cuenta y lo apreciamos, pero a la vez caemos en cuenta de que estamos condenados a lo mismo una y otra vez, hasta que decidamos despertarnos. Y eso claramente no es conveniente para los poderes regentes, sin ellos convencidos no hay auspicio. Sin ellos, difícilmente se podrá expandir este tipo de película, lamentablemente. Pero rebelde ahí está Huacho.

Saludos!

Ya no esta en cartelera, que mala onda, se veia buena. :(