Carta de Amor a Padre de Familia

| | Posted on 22:42

No puedo explicar porque, pero lo cierto es que un creciente enojo se produce en mi cuando veo Family Guy. Que su estructura es muy simple, que es un programa de muy baja calidad, afirmo, pero lo mismo no me ocurre con Glee o con The Hills o con ese bodrio poco conocido de Mtv denominado 5$ cover .

Lo cierto es que el éxito que ha tenido esta serie es sorprendente, y no me refiero a sus Emmys, conocido es el eximio sentido comercial que tienen ese tipo de premios norteamericanos, sino por la cantidad de personas que los está sintonizando, rompiendo records de audiencia.

Explicable es este fenómeno por un gobierno como el de George Bush, el cual menoscabo bastante la libertad de expresión norteamericana, aumentando los límites del “mal gusto” que Seth Mcfarlane se jacta tanto de utilizar. Pero lo que hay en verdad detrás de ellos es una mezcla, casi plagio, entre los Simpsons con South Park, con un humor que afirma ser contrario a los tabúes, pero lo cierto es que oculta chistes bastantes simples basado en la religión, raza u orientación sexual, digno del Morande Con Compañía. Un trabajo bastante más loable viene haciendo South Park, y con una década de anticipación.

También criticables son esos pobres guiones, bases de cada capítulo, careciendo completamente de dirección , llenos de gags incoherentes lleno de un humor de adolescente ignorante, enojado contra todo y por lo mismo nada; y que finalmente por su falta de ideas, se llena de referencias a películas blockbuster ochenteras, gastando más dinero en derechos de autor que en algún escritor más audaz.

Su gracia: En un década calificada como “dorada” para la televisión, creándose programas que resultaron, para algunos, más arriesgados que mucho en lo creado en otras formas de arte, en que se hablo de la televisión inteligente, Family Guy viene a demostrar que se obtiene mucho mas dirigiéndose a lugares comunes, con un humor con el que la gente se relacione inmediatamente sin siquiera pensar un poco, y además salirse con la suya y pasar finalmente por audaz.

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